Pase de juego Xbox: una espada de doble filo para desarrolladores de juegos
Xbox Game Pass, mientras ofrece a los jugadores una propuesta de valor convincente, presenta un desafío complejo para los desarrolladores y editores de juegos. El análisis de la industria sugiere que incluir un juego en el servicio de suscripción puede conducir a una reducción significativa en las ventas premium, potencialmente hasta el 80%, lo que impacta las fuentes de ingresos del desarrollador.
Esta no es una observación novedosa. Microsoft reconoce que Xbox Game Pass puede canibalizar las ventas de sus propios títulos. A pesar de las ventas de consola rezagadas de Xbox en comparación con PlayStation y Nintendo Switch, Game Pass ha sido un componente clave de su estrategia. Sin embargo, la sostenibilidad a largo plazo de este modelo sigue siendo un punto de disputa.
El periodista de juegos Christopher Dring destaca esta dualidad. Si bien reconoce que la exposición al pase del juego puede aumentar las ventas en otras plataformas (como PlayStation), expresa preocupación por el impacto general en la industria. Cita el bajo rendimiento de las ventas de Hellblade 2 como un posible ejemplo de este fenómeno, a pesar de su fuerte base de jugadores en el pase del juego. Dring también señala las dificultades que enfrentan los desarrolladores independientes que intentan ganar tracción en Xbox sin ser parte del servicio de suscripción.
El impacto del pase del juego se complica aún más por su fluctuante crecimiento de suscriptores. Si bien el lanzamiento de Call of Duty: Black Ops 6 en el servicio vio un número récord de nuevos suscriptores, el crecimiento general se ha ralentizado considerablemente a fines de 2023. Los efectos a largo plazo de esta dependencia de los títulos de alto perfil para impulsar suscripciones permanecer incierto.
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